Sucedió una gran tragedia. Nadie tiene dudas al respecto. Un huracán de poder poderoso pasó a través de Cuba, destruyendo muchas ciudades y pueblos en el este de la isla. Los cubanos lo tratan de una manera única, única, pero bien conocida: música, ron, sonrisa y diversión.

Durante varios días estuvo lluvioso en Vinales. Entonces comenzó a soplar un fuerte viento, la ciudad quedó sin electricidad. Pero conozco a los cubanos sin electricidad, así que le pregunté audazmente a Michel: ¿Crees que hoy es una fiesta en Vinales? (Los eventos con música en vivo tienen lugar allí los 365 días del año). – ¡Por supuesto! Tanto más cuanto que no hay electricidad. Luego, la música se escucha en todas partes, «por motivación», dijo sin dudar. Bueno … Kuba es un estado mental, pensé para mí mismo. Pero solo cuando vi fotos de La Habana, que era mucho más vulnerable que Vinales, vi que para los cubanos no hay ninguna fuerza que pueda quitar la alegría de la vida. Su enfoque «hoy tienes, mañana no puedes tener nada» en esos momentos funciona muy bien. No se apegan a nada, porque saben que cualquier cosa puede quitar un huracán, y si no, un huracán es un gobierno, Y si no, el gobierno es otra fuerza. Y en el ataúd, no hay bolsillos para llevar nada contigo.

Hoy en día, en muchos lugares de Cuba, hay escasez de agua. Ciertamente, es mucho más difícil de lo habitual, cuando es difícil obtener agua mineral. ¿Qué se propone entonces a los turistas «encarcelados» en Cuba para beber? Por supuesto, un mojito!

Incluso antes de la llegada de Irma a las calles de La Habana, había música en todas partes (en Cuba, la música suena en todas partes y no existe un «vecindario molesto»), así que también acompañó las tablas de las ventanas. ¿Y cuando Irma ya había pasado y el río fluía por las calles? Desde el río, se puede nadar. En total, ¿por qué no jugar al dominó y bailar como en la piscina? Y, por supuesto, beber un ron: siempre es un buen momento y nunca falta.

Hoy, el tráfico de turistas está volviendo a la vida, nuestros huéspedes de América a su vez envían correos electrónicos sobre sus llegadas y confirman los viajes a caballo en Vinales para la próxima semana. En La Habana hay una gran limpieza, y en el este, la estimación de pérdidas, luego la asignación de materiales de construcción y la reconstrucción de viviendas. Sin embargo, lo que ningún huracán Cuba quitará es a la nación: fuerte con sus debilidades, alegre y orgullosa. Porque Cuba es un estado de ánimo.

 

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